Hay varios sectores para los que se recomienda el uso de un material resistente como el acero inoxidable, pero uno de los primeros es sin duda la construcción civil. De hecho, el acero inoxidable siempre se ha utilizado en este sector para la construcción de puentes, instalaciones artísticas y edificios.
Otro ejemplo de material sostenible es la producción industrial de productos manufacturados. Pero eso no es todo, este material también se utiliza habitualmente en la industria de la restauración, en el mobiliario, en la fontanería, en el sector náutico/naval, en la producción de perfiles, marcos y soportes para el aislamiento térmico de un edificio, lo que permite una mayor eficiencia y, por tanto, un considerable ahorro de energía.
Por último, pero no por ello menos importante, el uso del acero inoxidable en el sector energético. De hecho, se utiliza para la construcción de máquinas y dispositivos para la producción de energía a partir de fuentes renovables. Por ejemplo: turbinas eólicas, plantas fotovoltaicas y termosolares.